Suele ser una máxima cuando llegamos a la edad adulta el generalizar todo lo positivo que hubo en nuestro pasado, como si nuestra memoria fuera un espejo que sólo reflejara todo lo bueno que
vivimos y lo respetuoso que fuimos con nuestros mayores. Disfrazamos nuestras trastadas de antaño de simple chiquillada sin mala intención, de una amalgama de supuestos juicios éticos y morales sesgados en beneficio de esa supuesta juventud "buenista" de la cual, una vez, formamos parte, y damos por bueno el topicazo de que cualquier tiempo pasado fue mejor. En el otro lado de la balanza se encuentran los nuevos jóvenes que demonizamos de forma general e injusta, ya que este ejercicio de hacer grupos homogéneos y perfectos en apariencia, es tan irreal como inútil, pero ya sabemos, a nosotros los adultos nos gusta hacer este tipo de generalizaciones con los grupos o circunstancias que no nos son afines, para así, refugiarnos en el prejuicio bobalicón y pueril de que todos los jóvenes son iguales, en un sentido negativo, por supuesto. Oímos frases del estilo: ¡Esta juventud no tiene educación ni respeto! Sólo saben hacer botellón y liarla parda!, ¡Estos niñatos pasan de todo!... Es probable que, si buscamos, encontremos a más de un@ que cumpla todos o casi todos los estereotipos anteriormente apuntados. Pero ¿Qué hacemos con aquell@s que se han dejado muchos años de sus vidas para terminar una carrera universitaria y el premio que han recibido ha sido la cola del paro, o, en el mejor de los casos, un empleo precario que poco o nada tenía que ver con el ejercicio profesional para el que se formaron? Abogados venden ropa de marca, biólogos venden electrodomésticos, grados en empresariales reponen las estanterías de los supermercados, psicólogos venden material de bricolaje, grados en magisterio limpian por horas..(Todos estos son caso reales) ¿Los incluimos dentro del grupo de los jóvenes que pasan de todo? ¿Y los que después de peregrinar de empresa en empresa no les quedó más remedio que hacer las maletas y emigrar a otros países para obtener un puesto de trabajo digno y labrarse un futuro mejor que el que se le ha ofrecido aquí?¿Los incluimos dentro del grupo de los que la lían parda y pasan de todo? No, no me gusta generalizar, más bien lo considero una cobardía de aquellos que no se atreven a separar el grano de la paja, una ineptitud de los que dan por bueno la primera versión que oyen, sin ni siquiera cuestionarla, y la repiten como un papagayos, una y otra vez, hasta la saciedad. En realidad dicen lo que saben pero no saben lo que dicen, eso ya lo hicieron otros por ellos.
Paco López
Os dejo este enlace a un interesante documental que ilustra lo anteriormente expuesto:¿Generación perdida?
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